NACIONAL

¿Qué pasó con el agua en Cochabamba?

En la siguiente nota se refleja esta crítica situación en la que animales  mueren deshidratados día a día y se pierden miles de hectáreas de vegetación debido a la falta del recurso hídrico. La escasez de agua que está sufriendo Cochabamba ha motivado que se organicen eventos, cumbres, reuniones, congresos y otros para la discusión de propuestas y la búsqueda de soluciones.

 

 Expertos coinciden en que los efectos del cambio climático son devastadores y que la crisis incrementará en los próximos años. Ante esta situación los ciudadanos de a pie podemos seguir participando de foros y eventos para analizar desde todos los ángulos la problemática que se enfrenta o podemos esperar a que alguien resuelva la situación —el Gobierno, las instituciones, la cooperación internacional, etc.­— o tal vez podríamos también comenzar a realizar algunos cambios, individuales y colectivos, pequeños al principio pero que sumados pueden significar una transformación mayor. Después de casi 20 años, desde la “Guerra del Agua”, el desafío ya no es vencer el poder de una transnacional extranjera sino encontrar el poder de nuestra capacidad de acción autónoma para transformar la situación individual y colectivamente. ¿Estamos dispuestos a hacerlo?

 

Cochabamba sufre por la falta de agua y la sequía que azota a 30 de sus 47 municipios. Las autoridades señalan que el plan para la dotación de agua demorará, al menos, un año y medio en concretarse. Cochabamba es un departamento que constantemente se ha visto azotado por sequías que provocan escasez de agua afectando la salud de las personas, la vida de los animales y el ecosistema de los bosques.

 

Sin embargo, en la competencia que existe para encontrar “la solución” definitiva se viene tropezando con las mismas limitaciones. En primer lugar, todas las propuestas surgidas están basadas en un enfoque de oferta. Es decir, en traer más agua sin importar de dónde sea, ni el costo que implique y menos los efectos socio-ambientales negativos que se ocasionen. Cualquier propuesta que vaya en sentido de ver más bien la gestión de la demanda y con medidas que hagan eficaz el uso, vayan más por la reducción de los consumos dispendiosos y del derroche o que promuevan la protección y preservación de las fuentes de agua, es recibida en el mejor de los casos con escepticismo y en el peor con rechazo. Aún no se comprende plenamente que existen límites ecológicos que no es posible cruzar sin consecuencias, pero también los sectores que esperan beneficiarse de las millonarias inversiones en nuevos “megaproyectos” no están dispuestos a ceder por alternativas menos costosas y más simples tecnológicamente.

 

Estas movilizaciones se explican no sólo porque la “crisis hídrica” es una de las peores en los últimos años. También porque el agua es un elemento constante en el discurso político de la región desde hace muchísimo tiempo. Por estas razones prácticamente todas los posibles candidatos a alguna función pública (en particular Alcaldía o Gobernación) necesitan decir algo sobre la problemática del agua, para ser considerados dignos de respaldo. De esta forma el planteamiento de alternativas de solución a la escasez de agua se ha convertido en una disputa política, ya que quien consiga resolver “la situación del agua” tendrá garantizada su carrera política

 

Podemos decir que el avance de la escasez dependerá de la conciencia ambiental de  cada uno de los ciudadanos cochabambinos  y de la importancia que las autoridades le den al  tema. Logrando de este modo que los recursos hídricos de Cochabamba no se agoten en los años próximos, logrando también que sean repartidos a provincias y distritos de la región.

 

-Monica Cossio.

 Angles Andrea.

 4º Magnolia.